Aunque las lombrices están presentes en la mayoría de los montones de compost, la preparación de un contenedor de lombrices es una forma excelente de utilizar estos poderosos bichos para descomponer los desechos orgánicos y hacer compost utilizable con bastante rapidez.
El proceso se denomina vermicompostaje, y no tiene por qué ser un asunto complicado ni costar mucho. Tanto si utilizas un recipiente de lombrices como una pila de compost para reciclar los residuos de la cocina y el jardín, las lombrices pueden ayudarte.
Cómo construir un contenedor de lombrices:
- Para comenzar tu aventura en el vermicompostaje, empieza primero con el refugio para tus lombrices. Si quieres que sea práctico, fácil y barato, elige un recipiente de plástico opaco de 10 galones con tapa.
Utiliza un clavo, un taladro o un cincel para hacer unos cuantos agujeros alrededor de la parte superior de los lados y en el fondo del cubo.
Los agujeros de los lados son para la circulación del aire y los del fondo son para el drenaje, aunque un contenedor de lombrices que funcione correctamente no tendrá exceso de humedad para drenar. No pongas agujeros en la tapa.
Dejan pasar demasiada luz y favorecen la evaporación excesiva.
- Una vez preparado el cubo, prepara el lecho. Puedes utilizar papel de periódico (evita los insertos brillantes), papel de oficina o de impresora. Tritura el papel rompiéndolo en tiras o pasándolo por una trituradora. Este papel triturado es una gran adición a un contenedor de basura o a una pila de compost.
En una pila de compost, sirve como ingrediente “marrón” rico en carbono. A continuación, asegúrese de que el lecho esté húmedo. Las lombrices respiran mediante el intercambio de gases a través de su piel húmeda, así que rocía la cama con un rociador lleno de agua.
Debe estar húmeda pero no empapada. Llena el contenedor vacío con un tercio de la ropa de cama suelta.
- A continuación, añade algunos restos de comida. Las cáscaras de verduras, los posos de café, las hojas otoñales y cantidades moderadas de cartón ondulado son buenos restos de lombricompostaje.
Añade una fina capa de estos ingredientes sobre el material de lecho, luego añade más lecho de papel húmedo y echa una o dos palas de tierra de jardín para que sirva de forraje.
Añade otra capa de restos de comida y, por último, termina con una capa más de lecho. En un cubo de basura o pila de compost, la superposición de varios ingredientes permite una descomposición más rápida. El cubo debe estar lleno hasta 3/4 de su capacidad cuando hayas terminado de colocar las capas.
No añadas carnes, aceites o productos lácteos, que pueden atraer a las moscas y los gusanos. Evita utilizar demasiada cantidad de un solo ingrediente para mantener el cubo bien equilibrado.
- Acoge a tus lombrices. Hay unas 4.000 especies diferentes de lombrices de tierra en el mundo y sólo se conocen seis especies adecuadas para el vermicompostaje. Pero una de ellas es, con diferencia, la más popular: la lombriz roja (Eisenia fetida).
Esta especie puede tolerar una amplia gama de entornos, y come y se reproduce más que la mayoría de las demás lombrices.
Compra un mínimo de medio kilo de lombrices para empezar. Cómprelas en una granja de lombrices de buena reputación y no en una tienda de cebos donde no pueda estar seguro de que está comprando la especie correcta. Retira con cuidado la capa superior del lecho y vierte las lombrices. Vuelve a cubrirlas con el lecho.
- Las lombrices rojas toleran temperaturas fuera de ese rango (hasta 95 y hasta 32), pero hacen su mejor trabajo en algún punto intermedio.
Coloque el contenedor en un garaje con calefacción, en el sótano, en la lavandería, bajo el fregadero de la cocina o donde considere oportuno. No los expongas a temperaturas bajo cero.
- Cada pocos días, alimenta a tus lombrices con una o dos tazas de restos de comida cavando un pequeño agujero con una paleta de mano, echando los restos dentro y volviéndolos a tapar.
Pon los restos de comida en un lugar diferente cada vez, y no los alimentes en exceso. Añada algo de material de cama seco si el contenedor se empapa demasiado o desarrolla un olor, que normalmente no debería tener.
Añadir continuamente materiales a un cubo de basura o a una pila de compost es una buena manera de deshacerse de los restos de cocina sin enviarlos al vertedero.
- Cuando esté listo para ser cosechado, el lombricompuesto será oscuro, desmenuzable y fragantemente terroso. Para cosechar, recoge o tamiza todas las lombrices que puedas y vuélvelas a echar en el cubo, o empieza un segundo cubo con ellas.
Utiliza el compost para el jardín de flores, las plantas de interior, el inicio de las semillas, los jardines de contenedores o el huerto.