El ajo comprado en la tienda también se puede plantar en el interior (o en el exterior) para utilizar sus deliciosas hojas comestibles que saben a ajo suave. Esta es una gran opción para los habitantes del norte cuyo clima puede ser demasiado frío para cultivar los bulbos comprados en la tienda.
Cultivar ajos de la tienda de comestibles
El ajo de cuello blando, el tipo que probablemente plantarás del supermercado, necesita un poco de frío para formar los bulbos y las hojas. En climas frescos o fríos, se puede plantar en primavera, cuando el suelo aún está frío, o en el mes más fresco del otoño en climas más suaves.
Separe el bulbo en dientes individuales. Planta los dientes con el extremo puntiagudo hacia arriba y cúbrelos con un par de centímetros de tierra.
Separe los dientes unos 7,6 cm. Al cabo de unas tres semanas, deberías ver cómo empiezan a formarse brotes. Si tu zona es propensa a las heladas, cubre el lecho de ajos con un poco de mantillo para protegerlo, pero recuerda retirar el mantillo cuando las temperaturas se calienten. Mantén el ajo constantemente regado y desherbado.
Ten paciencia, el ajo tarda hasta 7 meses en alcanzar la madurez. Cuando las puntas de las hojas empiecen a dorarse, deja de regar y permite que los tallos se sequen. Espera unas dos semanas y luego levanta el ajo con cuidado de la tierra.
El ajo comprado en la tienda también se puede plantar en el interior (o en el exterior) para utilizar sus deliciosas hojas comestibles que saben a ajo suave. Esta es una gran opción para los habitantes del norte cuyo clima puede ser demasiado frío para cultivar los bulbos comprados en la tienda.
Pasos para cultivar ajos de la tienda
Aunque el otoño es el momento óptimo para plantar ajos, realmente depende de tu región. El ajo de cuello blando, el tipo que probablemente plantarás del supermercado, necesita un poco de frío para formar los bulbos y las hojas. En climas frescos o fríos, se puede plantar en primavera, cuando el suelo aún está frío, o en el mes más fresco del otoño en climas más suaves.
Separe el bulbo en dientes individuales. Planta los dientes con el extremo puntiagudo hacia arriba y cúbrelos con un par de centímetros de tierra.
Separe los dientes unos 7,6 cm. Al cabo de unas tres semanas, deberías ver cómo empiezan a formarse brotes. Si tu zona es propensa a las heladas, cubre el lecho de ajos con un poco de mantillo para protegerlo, pero recuerda retirar el mantillo cuando las temperaturas se calienten. Mantén el ajo constantemente regado y desherbado.
Ten paciencia, el ajo tarda hasta 7 meses en alcanzar la madurez. Cuando las puntas de las hojas empiecen a dorarse, deja de regar y permite que los tallos se sequen. Espera unas dos semanas y luego levanta el ajo con cuidado de la tierra.