Para los nuevos emprendedores, puede ser un reto decidir qué tipo de negocio iniciar. Esta elección puede determinar el resultado del éxito de su futuro negocio, y el camino correcto puede depender de múltiples factores como el presupuesto, el tiempo, la escalabilidad y otros.
A continuación te presentamos algunos elementos importantes que debes tener en cuenta a la hora de elegir qué negocio iniciar y cómo determinar el más adecuado para ti.
Es importante que planifiques tu presupuesto por adelantado para asegurarte de que puedes financiar adecuadamente tu idea de negocio. Empiece por analizar su situación financiera actual y cuánto dinero necesitará para poner en marcha el negocio. Piensa en las medidas que tomarás para conseguir fondos adicionales, ya sea atrayendo inversores, solicitando capital o recaudando fondos.
A continuación, elabore un plan financiero para determinar con exactitud lo que le costará dirigir su nueva empresa con éxito. Por ejemplo, si vas a abrir una tienda física, ten en cuenta los costes de mobiliario, alquiler y otros gastos necesarios para abrir y gestionar tu negocio.
Tiempo y recursos disponibles
Considera la cantidad de tiempo y recursos que necesitarás para poner en marcha tu idea de negocio. Los estudios demuestran que una empresa tarda una media de dos a tres años en ser rentable, y durante ese tiempo tendrá que dedicar mucho esfuerzo a la puesta en marcha y el mantenimiento de su negocio.
Haz un inventario de los recursos que tienes a tu disposición, incluida la ayuda en línea de sitios web como la Asociación de la Pequeña Empresa y la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Además, contemple los pros y los contras de adquirir un socio empresarial que le ayude con los recursos y comparta la carga de trabajo.
Escalabilidad
Es importante tener en cuenta la escalabilidad de un futuro negocio. Estos son algunos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de pensar si tu idea de negocio puede crecer de forma eficiente y sostenible:
- ¿Tu idea de negocio satisface la demanda continua de los clientes?
- ¿Puedes duplicar el producto o servicio de forma consistente varias veces?
- ¿Cumplirá la idea con las necesidades y los estándares de los clientes a medida que el negocio crezca?
- ¿Hay que reevaluar o ajustar constantemente la idea a lo largo del tiempo?
Si responde “no” a estas preguntas, puede ser una señal de que su idea de negocio no será fácil de escalar.
Tamaño del mercado y demanda
Para poner en marcha un negocio es necesario investigar el mercado objetivo o la audiencia y la base de consumidores ideal de su empresa. Piensa en cómo tu negocio puede resolver de forma única el problema de tus clientes. Pregúntese qué harían sin su producto o servicio.
También es un momento ideal para investigar a la competencia y saber por qué los consumidores se sienten atraídos por otros servicios distintos al suyo. Además, examine si su idea de negocio tiene suficiente demanda para ser rentable. Puede ser difícil entrar en un mercado con más competencia que demanda.
Su experiencia en el sector
Es importante tener una base de conocimientos básicos para iniciar un negocio. También ayuda tener cierta experiencia en su idea de negocio antes de lanzarse. Empieza por investigar los recursos empresariales y la competencia para ver si tu idea de negocio es viable en el mercado actual.
A continuación, repasa tus conocimientos sobre el sector al que pertenece tu idea de negocio. Piensa en cómo puedes contribuir a este sector y en cómo tu punto de vista único puede afectar a los consumidores del sector. Además, dedique tiempo a tomar cursos y clases relevantes o contrate a un consultor para que le ayude en el proceso empresarial. Incluso puedes obtener un título o certificado en tu sector objetivo para añadir credibilidad.
Tu pasión e interés
Toda gran idea de negocio surge de un interés o una pasión por esa idea, servicio o producto en particular. La pasión y la persistencia son cruciales, ya que emprender un negocio conlleva noches de trabajo, miedo al fracaso y múltiples obstáculos en el camino. Asegúrate de que las personas con las que trabajas están dispuestas a seguir adelante con esta idea de negocio. Si empiezas tu negocio con una idea que te apasione o te interese, puede sostenerte en los momentos difíciles.